Argentina: El comienzo de una nueva era para el aborto
El 30 de Diciembre del 2020, Argentina se convirtió en el país más grande de América Latina en legalizar el aborto. El pais permitirá el aborto legal y gratuito hasta la semana 14 de embarazo, aún con restricciones si se exceden las 14 semanas.
Esto marca un momento histórico para la gente de Argentina y ojalá, sirva para crear una tendencia ondulante en el resto de América Latina. Con los abortos inseguros todavía desenfrenados, Argentina esta marcando un punto de inflexión al dar un primer gran paso para las mujeres y electores de América Latina.
La pelea para legalizar el aborto en Argentina fue larga y tumutuosa. En los últimos 15 años, se han presentado 9 propuestas para legalizar el aborto electivo, el último rechazado fue en 2018. Dese 1921, Argentina había tenido una prohibición del aborto particularmente estricta, solo se permitía el acceso en casos de violación, peligro para la vida de la madre o si la mujer presentaba alguna discapacidad mental. Estas excepciones se hicieron aún más estrictas por un cambio de lenguaje en 1984, que significó que solo estaban permitidas las amenazas "graves" a la vida de una mujer o la violación de una mujer con discapacidad mental. Argentina ha citadoaproximadamente 40.000 abortos inseguros que resuktan en cuidados hospitalarios cada año, lamentalemente, estos números no son exclusivos de Argentina.
Con nuevas leyes ahora en vigor, se espera que Argentina haya sentado un nuevo precedente para los países vecinos que todavía colocan un baluarte en el derecho al aborto. Argentina se une a Cuba, Uruguay, Guyana y Ciudad de México como las únicas áreas de América Latina donde el aborto es legal. El resto aún mantiene estrictas restricciones al aborto, y El Salvador, Honduras, Nicaragua, República Dominicana, Haití y Surinam lo prohíben por completo.
Si bien el apoyo del presidente argentino, Alberto Fernández, quien anteriormente afirmó que el aborto era “una cuestión de salud pública”, seguramente ayudó a que este más reciente proyecto de ley pasara por el Senado, Argentina tiene que agradecer el trabajo tenaz de las organizaciones feministas por esta nueva legislación. Women on Web comenzó a trabajar con las comunidades argentinas en 2005, cuando se creó la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito. La organización se convirtió en la primera semilla sembrada de un masivo movimiento de mujeres. En 2015, se formó una campaña llamada Ni Una Menos que rápidamente galvanizó un amplio movimiento social y llevó la violencia de género y los derechos reproductivos a la discusión pública. La gota que derramó el vaso fue un brutal acto de feminicidio contra una mujer, que provocó una respuesta desbordante de cientos de miles de personas y organizaciones. A lo largo de los años, las campañas de Ni Una Menos han atraído a un número cada vez mayor, lo que finalmente ha obligado a los funcionarios públicos a renunciar al control del aborto que ha puesto en peligro tantas vidas.
Con suerte, lo que Argentina logrará al hacer este cambio histórico, es obligar a otros países a reevaluar las necesidades de sus electores. Algunos ya han dado pasos en esta dirección: Chile, aunque sigue siendo ilegal, ha suavizado sus restricciones en los últimos años; Colombia está en medio de proponer un nuevo proyecto de ley de legalización; y Brasil también tiene un próximo caso judicial para revisar sus leyes de aborto.
Podría decirse que uno de los mayores obstáculos para la reforma del aborto en América Latina ha sido la Iglesia Católica. Con conexiones profundamente arraigadas y de larga data, con muchas facetas profesionales y políticas, la influencia religiosa ha hecho que el aborto sea peligroso durante décadas. Sin embargo, más recientemente, aunque aún está profundamente arraigado en las culturas latinoamericanas, la investigación muestra un declive general en la
identidad católica, lo que significa que los vientos cambiantes pueden estar llegando. La fusión entre la iglesia y el estado es una que claramente tiene consecuencias nefastas para la salud pública: en Brasil, Aproximadamente 500.000 mujeres menores de 40 años, lo que equivale a aproximadamente 1 de cada 5, tendrán un aborto ilegal y aproximadamente la mitad de ellas terminarán necesitando atención médica. En Colombia, solo el 10% de los abortos realizados a nivel nacional se realizan en un entorno de atención médica profesional. Cada año ocurren alrededor de 130.000 complicaciones y el 10% de las muertes maternas se deben a abortos clandestinos. En Chile, se estima que ocurrent entre 60,000 y 300,000 abortos inseguros cada año, y a pesar de que casi el 97% de América Latina prohíbe el aborto, aproximadamente el 32% de todos los embarazos latinoamericanos terminan en aborto.
La imagen que esto pinta es inequívoca y refleja la realidad del aborto en todo el mundo: no importa si el aborto es legal o no. Las mujeres seguirán haciendo lo necesario para interrumpir un embarazo no deseado. Lo único que provoca la restricción del aborto son los métodos clandestinos y medidas desesperadas que solo sobrecargan el sistema de salud, independientemente de su estatus legal. Los resultados de la legislación prohibitiva son potencialmente dañinos por todos lados, resultando en luchas económicas y disparidad, tensión adicional en los servicios de salud y daños, lesiones o muerte a las personas embarazadas. Suplicamos a los estados de América Latina que hagan lo correcto y sigan el ejemplo de Argentina: legalizar el aborto por el bien de las naciones.
Para aprender más sobre la ley del aborto en Arentina y recursos locales, por favor visita Women on Waves
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